La entrada de hoy es un tanto especial. En la zona de Bañaderos (Gran Canaria) se encuentra a un lado del paseo marítimo esta vieja barca. El paseante, con el primer vistazo, puede pasar por alto lo que realmente tiene delante y continuar su paso como si tal cosa.
Las cosas, a veces, no son lo que parecen. Esta barca pertenece a una persona encomiable a la que a lo largo de 30 años cientos de personas le deben la vida. Manuel Sosa Medina, conocido en la isla con muchísimo cariño como Sandokan, arriesgó su vida en numerosas ocasiones para sacar del agua con esta barca a muchas personas en apuros. Para él que ha devuelto la vida a tantos, su destino le reservó paradójicamente una enfermedad. Es injusto.
Muy cerquita de esa barca puedes encontrar a Manuel, que te saludará con la solemnidad que lo hace un lobo de mar curtido por los años.
Personas así hacen del mundo un lugar mejor. Sandokan es un ejemplo de humildad y bondad para todos.